Santiago

La epístola de Santiago es una que provee mucho beneficio para el cristiano que desea hacer la voluntad de Dios. Comenzamos la semana 1 de Hora silenciosa con la carta de Santiago.

Comentario de HS (Santiago 2:19-26)

Santiago continúa su discusión acerca de la fe verdadera. Aquí compara el conocimiento intelectual (conocer los hechos acerca de Dios) con el conocimiento del corazón (conocer a Dios en una relación personal que constituye la verdadera fe). Santiago tuvo conversaciones con individuos morales que profesaban la creencia en Dios pero cuya motivación era la gloria personal. Fue testigo de la condena de los fariseos por parte de Cristo (Mateo 23: 13-39). El conocimiento intelectual de Dios no es un mal lugar por el que comenzar, pero el conocimiento del corazón es necesario para recibir la vida eterna. El hombre santurrón (v. 20) es «tonto» o vacío. Abraham, poseyendo la salvación por fe (Génesis 15:6), continuó demostrando la naturaleza de su fe salvadora, obedeciendo a Dios y ofreciendo a Isaac sobre el altar. En esa historia, Isaac pregunta dónde está el sacrifi cio, y Abraham, que todavía se mueve por la fe, dice: «Dios se proveerá para sí el cordero» (Génesis 22:8). Hebreos da más detalles: «Concluyendo que aun de entre los muertos era Dios poderoso para levantarle, lo cual también lo recibió en un sentido fi gurado» (Hebreos 11:19). La acción de Abraham no mereció la salvación (producir fe salvadora) sino que perfeccionó (hizo completa) su fe en que la demostró como verdadera y genuina. Santiago entonces cita Génesis 15: 6. «Contada» (v. 23) es un término contable que también se traduce como «reconocida» y signifi ca que se considera así o se tiene en cuenta. «El amigo de Dios» (v. 23) viene de la historia de Génesis 18 y las declaraciones encontradas en 2 Crónicas 20:7 e Isaías 41:8. Santiago entonces usa otra historia, esta vez de una gentil, la prostituta Rahab. Ella creía que Dios destruiría Jericó y por la fe ayudó a los espías israelitas a cambio de protección.

El arrepentimiento (un cambio de mentalidad sobre el derecho de Dios sobre mi vida) habla del lado de las obras de la fe y es la otra cara de ella. Uno no puede existir sin el otro.

#VÍVELO